Una pareja nos recomendó ir al Centro Quiropráctico y ojalá lo hubiéramos conocido dos años antes. Nos hubiéramos ahorrado 2 años de preocupaciones e intranquilidad.
Sufrimiento fetal en el parto
Mi hijo Valentín nació en un parto muy difícil, padeció sufrimiento fetal, deshidratación, e infección en la orina. Tuvieron que subirse dos personas encima de mi tripa para que saliera. Nació amoratado y muy débil. No quería comer, se atragantó y tuvo que estar un mes en la incubadora. Pero los problemas no se acabaron ahí… Le hicieron un TAC y dijeron que todo iba bien, sin embargo, mi niño no mejoraba con la rehabilitación.
Una enfermedad sin diagnosticar
El sufrimiento fetal le había afectado mucho, pero realmente no sabían a ciencia cierta de dónde venían los problemas, todo eran hipótesis. El médico de la rehabilitación nos dijo que iba a ser una enfermedad muy difícil de diagnosticar y que podía estancarse o podía ir a más. Nosotros llegamos a pensar que el niño padecía de una enfermedad de las diagnosticadas como raras o que padecía un retraso. Yo veía a mi hijo cada vez más encogido y me rondaba ya en la cabeza la posibilidad de que se quedará en una silla de ruedas.
Síntomas
Con 2 añitos aún no tenía equilibrio, no podía estar derecho quieto. Y giraba el pie de tal manera que le ponía los zapatos al revés para que no se cayera. Tropezaba mucho, no vocalizaba bien, se le caía la baba todo el tiempo, y le faltaba movilidad en las manitas, ya que el dedo índice se le quedaba agarrotado. Además, era un niño que nunca tenía ganas de hacer nada, siempre protestaba.
Resultados de la quiropráctica
Después de acudir al quiropráctico, ya con el primer ajuste, mantenía el equilibrio, se quedaba quieto en su sitio y empezó a controlar la babita. ¡Fue increíble! No me lo podía creer.. Los problemas provocados por el sufrimiento fetal empezaban a desaparecer. Ahora tan solo lleva 12 ajustes y la mejoría ha sido grandísima. El equilibrio lo conserva perfectamente, las manos las tiene bastante mejor, y vocaliza más, se le entiende. Y lo mejor de todo es que le encanta ir al quiropráctico. Cuando lo llaman, va y se tumba el solito. Y sobre todo, ahora es más feliz.
Madre de Valentín O.
El artículo apareció publicado en el libro Más Años en su Vida y Más Vida en sus Años.
En algunos casos se ha variado un poco la redacción para ajustarla a los usos del español.
Todas las historias publicadas aquí son reales, aunque la imagen no es la del protagonista, es de archivo. Asimismo, se reflejan los datos personales tal y como aparecieron publicados.
El sufrimiento fetal se produce debido a una alteración en el intercambio de oxígeno entre el bebé y su madre a través de la placenta. Los médicos hablan de sufrimiento fetal cuando ven, a través del monitor, que la frecuencia cardiaca del feto se altera durante el seguimiento del parto. Cuando un médico sospecha la existencia de la pérdida del bienestar fetal, se toman medidas como, que la madre cambie de postura o ponerle oxígeno, pero si no hay resultados, entonces se extrae lo antes posible al bebé.
*Ref. www.guiainfantil.com