Eric Zack, es el nombre de mi hijo. Y nunca había considerado que un parto asistido, pudiera ser la causa de las afecciones que padeció hasta los 8 años de edad. Momento en el que comenzó a ver a un quiropráctico, y le cambió su vida para siempre…
Conocimos al Dr. David de Body of Light Family Chiropractic, en su stand de demostración de la feria Lane County, donde ofrecía evaluaciones gratuitas de quiropráctica. Cuando nos acercamos, el Dr. David comenzó a mirar a mi hijo; se fijó en su postura, el cuello, la espalda, … y comenzó a hacerme una serie de preguntas sobre el niño a las que sólo pude responder afirmativamente: ¿Nacimiento asistido?, ¿Infecciones crónicas de oído?, ¿Asma?, ¿Alergias? ¿Problemas para dormir? ¿Problemas para leer? La lista de enfermedades de mi hijo seguía y seguía.
No puedo contarte cuántas enfermedades extrañas había tenido: mononucleosis adolescente a los 4 años, fiebres que le causaban alucinaciones, colocación de tubos de ventilación para aliviar las infecciones crónicas de oído, artritis reumatoide y dientes podridos debido a la gran cantidad de antibióticos que tuvo que tomar. A lo que hay que añadir seis visitas a Urgencias, dos hospitalizaciones, un respirador en casa, gafas, dieta alimentaria y por supuesto seguimiento personalizado en su aprendizaje.
Un antes…
Antes de conocer al Dr. David, mi marido y yo nos preguntamos qué más podíamos hacer para ayudar a Eric. De alguna manera nos habíamos resignado a pensar que era un niño «delicado» y «sensible». A medida que crecía y comenzaba a estudiar, nuestra inquietud fue en aumento, ya que su rendimiento dejaba mucho que desear. Nos ofrecimos como voluntarios en el aula de su colegio, le leíamos a diario, hicimos todo lo que estaba en nuestra mano para que pudiera avanzar en la escuela, pero los resultados no llegaban. Me dijeron que necesitaba tutorías especiales, pero la realidad es que a pesar de gastarnos los 30$ por hora que costaba cada tutoría no fue suficiente, y no solo no le ayudó sino que le frustró, hasta el punto de odiarse a sí mismo. Perdió muchos días de clase y no pudo completar las tareas a tiempo. Fue horrible.
Lo llevamos al oftalmólogo con la esperanza de que alguien nos explicara por qué la vida era tan difícil para Eric. Y recibimos una respuesta, ¡necesitaba gafas! Tenía un problema de seguimiento visual* que le dificultaba concentrarse en cualquier cosa.
Siendo los padres optimistas que éramos, ¡estábamos emocionados! Pero no ayudó tanto como esperábamos. Eric se sentía incómodo con las gafas y las iba dejando por todos lados, y luego al no encontrarlas se irritaba y frustraba más. Me tomé el verano libre y no le forcé a leer, dejé que jugara a placer, lo que le hizo feliz.
Y un después… de la quiropráctica
Fue en agosto cuando conocimos al Dr. David, quien se reunió con toda nuestra familia e hizo un historial completo del niño, aconsejándonos ajustes quiroprácticos tres veces por semana, frecuencia que luego fue disminuyendo debido a la mejora de Eric. ¡Por fin empezábamos a ver la luz¡
Después de dos semanas de ajustes, comenzamos a notar un gran cambio en Eric. Jugaba mejor al fútbol, se despertaba tranquilo, estaba más alegre. Mi marido y yo lo hablamos y decidimos continuar con el tratamiento, porque parecía estar ayudándole. Llegó el invierno, y Eric no cogió ni una sola gripe, lo que nos sorprendió mucho, ya que era muy propenso a los catarros y en su clase estaban cayendo como moscas. Además, durante ese curso no perdió ni un sólo día de colegio por causas de salud.
Cuando en el colegio le hicieron las típicas revisiones médicas, todo estaba bien: ojos perfectos, oídos perfectos,… No nos lo podíamos creer. ¿Qué estaba pasando? No estábamos acostumbrados a una situación tan normal, nos parecía imposible.
Entonces, decidimos llevarlo de nuevo al oculista para confirmar los resultados del colegio. Todos en mi familia acudimos siempre al mismo oculista, por lo que nos conoce bastante bien, así como nosotros a él: bastante escéptico, analítico y muy riguroso. Por eso, decidí no comentarle nada de los cambios que se estaban produciendo en Eric. Después de que lo examinara durante 5 minutos, el Dr. Cleveland literalmente se rascó la cabeza y me miró fijamente diciendo: «Si ésta fuera la primera vez que examinara a Eric no le prescribiría el uso de gafas. Nunca he visto una mejora tan dramática en los ojos de un niño de esta edad». Fue entonces cuando le conté que estaba recibiendo tratamiento quiropráctico.
A la semana siguiente tuvo lugar la segunda prueba, la tutoría con la profesora de Eric. Nada más verla me dijo exultante: Eric ha mejorado tanto desde la primavera pasada que me parece ¡increíble! Mira esto. Y me mostró un ejemplo tras otro de su milagrosa mejora en tan poco tiempo. El milagro se había obrado a través de la Quiropráctica.
Esta es NUESTRA historia, es real y es increíble. Si tuviste un parto asistido, con fórceps, vacío o de otra manera, haz que un Quiropráctico revise a tu hijo. No esperes hasta que haya vivido la vida que Eric tuvo que soportar durante 8 años. Los problemas causados por el parto asistido pueden corregirse cuando los niños son pequeños. Ahora que nosotros hemos pasado por esta prueba, y descubierto la solución, me gustaría gritarlo a los cuatro vientos para ayudar a correr la voz. Me pregunto cuántos niños estarán pasando por lo mismo que Eric o algo peor: Sobremedicado, enfermo, desalentado y descoordinado.
Si estás pensando en tu familia, tus hijos, o alguien que conoces, ¡haz algo!. Estoy feliz de poder dar testimonio sobre la historia de Eric. ¡La moraleja de esta historia es ENORME!
*Seguimiento visual: Esta habilidad implica seguir en el tiempo y en el espacio el desplazamiento de un objeto, dando una respuesta motora apropiada. Esta habilidad requiere de igual manera la atención sostenida. Una tarea de seguimiento visual requiere esencialmente habilidades de coordinación, atención sostenida y orientación.
El artículo apareció publicado en Pathways to Family Wellness magazine, Issue #05
En algunos casos se ha variado un poco la redacción para ajustarla a los usos de la lengua española.
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