Me llamo Mª José, y tengo 45 años. Estaba desesperada. Me dolía la cabeza, tenía malestar general, cansancio, dolor en todo el cuerpo, y no tenía ganas de hacer nada… mi calidad de vida iba disminuyendo por momentos. Y fue entonces, en el año 1993, cuando me diagnosticaron un tumor hipofisiario.
Comenzó mi peregrinaje por todas las consultas médicas y me dieron muchas pastillas, que sólo conseguían aliviarme el dolor temporalmente. Esta ingesta continua de medicamentos no me convencía y empecé a pensar que tenía que encontrar una alternativa.
Un día, leyendo el periódico, me topé con una historia de una consulta quiropráctica. Nunca había oído hablar de ello, y comencé a informarme. Cuando descubrí que podían prestarme ayuda, sin empleo de medicamentos, fue definitivo para dar el paso.
Llamé al centro y concerté una primera visita, tras la cual contraté un tratamiento de cuidados quiroprácticos. Siempre he pensado que todo el recorrido que hice de médico en médico para mejorar mi salud y aliviar los síntomas de mi tumor hipofisiario, fue sólo el camino preparatorio para encontrarme con la quiropráctica. Ahora sé que éste es mi camino y no pienso dejarlo.
Sólo puedo deciros, que mi vida ha cambiado de tal manera que ahora soy capaz de disfrutar de las actividades simples de cada día; como dar un paseo, leer un libro, salir a tomar algo con los amigos, nadar, hacer la comida… Pequeñas cosas que, debido a mi estado físico y mental, se habían vuelto un tormento, son ahora fuente de mis mayores alegrías.
Resultados sorprendentes en mi tumor hipofisiario
Después de dos años de cuidado quiropráctico, acudí a hacerme las analíticas correspondientes, y los resultados fueron sorprendentes, tanto para mi, como para los médicos que me trataban desde el diagnóstico del tumor hipofisiario: las cifras en el nivel de prolactina, por primera vez en todos estos años, habían alcanzado los valores normales.
También el tiroides se había regularizado sin medicación. Fue realmente una noticia emocionante y muy esperanzadora, me sentí feliz.
Aún hoy, sigo descubriendo nuevos beneficios de la quiropráctica y estoy muy contenta. Realmente, la quiropráctica ha devuelto a mi cuerpo su potencial de salud.
El artículo apareció publicado en el libro Más años en su vida, y más vida en sus años.
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