La parestesia o pérdida de sensibilidad en las manos me impedía escribir

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11 - 03 - 17
Parestesia en las manos
Mi nombre es Francisco P. y tengo 64 años. Llegué a la consulta de mi quiropráctica buscando una solución a un problema al que los…

Mi nombre es Francisco P. y tengo 64 años. Llegué a la consulta de mi quiropráctica buscando una solución a un problema al que los médicos nunca pusieron remedio: la pérdida de sensibilidad en las manos o parestesia. Y que en aquel momento me impedía escribir con normalidad.
Acepté de buen grado y desde el primer momento la evaluación, detección y corrección de las subluxaciones vertebrales que la quiropráctica me ofrecía. Entendí, y me pareció razonable y coherente, la explicación que me dió: Si eliminamos las interferencias del sistema nervioso, podrán funcionar con normalidad todos los sistemas del organismo. Tu salud volverá a ser la de siempre, y desaparecerá la parestesia. Con este buen punto de partida, y sintiéndome seguro de estar en buenas manos, dejé de cuestionar el sistema y comencé el tratamiento de cuidados quiroprácticos.

Así, de esta manera, y perseverando en la fe que había puesto en ella, pronto empecé a notar cambios importantes y el restablecimiento de mi salud.

Desaparece la parestesia

Después de tan sólo 15 días de haber comenzado los ajustes quiroprácticos, ya había recuperado la sensibilidad y la movilidad en mis manos, además de otras disfunciones del cuerpo no enumeradas que estaban afectando a mi bienestar físico, mental y espiritual. En una palabra, había desaparecido la parestesia y estaba mejorando mi calidad de vida.
Ahora, una vez pasado mi primer reconocimiento, y conocidos los resultados, no puedo dejar de animar a todas aquellas personas que padezcan algún problema de salud que se pongan en manos de un quiropráctico, para erradicar los dolores, y volver a ser libres como dicta la naturaleza.


El artículo apareció publicado en el libro Más años en su vida, y más vida en sus años.

En algunos casos se ha variado un poco la redacción para ajustarla a los usos de cada idioma.

Por la LOPD no publicamos algunos datos personales, como apellidos, lugar de residencia, etc. Así mismo, aunque la historia es real, la imagen no es la del protagonista. Es de archivo. 

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