Este testimonio es para ayudar a personas que se encuentren en una situación como la mía. Así que si tienes una conmoción cerebral o te diagnostican con el síndrome post conmoción cerebral ve a un quiropráctico, a un buen quiropráctico, porque no todos son iguales.
Mi nombre es Suzanne Lanning y llevo acudiendo a un quiropráctico, la Dra. Melissa, desde hace ya aproximadamente 5 años. Todo empezó tras sufrír un accidente de coche, que me provocó una conmoción cerebral severa y un latigazo cervical.
Después del accidente, me sentí atrapada. He visto a muchos médicos y, lamentablemente, ninguno de ellos me ayudó. Cuando yo
trataba de explicarles lo que me pasaba, algunos de esos doctores pensaban que en realidad yo era una hipocondríaca, porque mi aspecto parecía completamente normal. Solo me daban diuréticos.
Poco después hablé con un médico, un técnico de emergencias médicas, que fue mucho más comprensivo que los demás, pero me dijo que estaban perdidos, que si no veían nada a través de una radiografía, un informe o una analítica, no podían hacer más.
La quiropráctica lo cambió todo
Desde que empecé el tratamiento quiropráctico y me ajustaron, he mejorado enormemente. Todavía tengo problemas de equilibrio, algunos problemas de memoria, y mucha confusión, pero todos los días siento que estoy mejorando. De hecho, ayer fue el primer día que pude hacer la comida desde que tuve el accidente, aunque no pude terminar sola tuve que pedir ayuda.
Quiero poder ir a trabajar de nuevo, cuidar a los niños, cocinar, cuidar de mi marido y jugar con mis nietos. Puedo verme a mi misma haciendo todas esas cosas. ¡Puedo! Hubo un tiempo en que no podía y todavía a veces me desanimo, pero luego pienso en los míos y eso me trae de vuelta.
Estoy dejando este testimonio para ayudar a personas que se encuentren en una situación como la mía. Así que si tienes una conmoción cerebral o te diagnostican con el síndrome post conmoción cerebral ve a un quiropráctico, a un buen quiropráctico, porque no todos son iguales.
Yo siempre estoy deseando ajustarme porque conozco los buenos resultados que me procura. Cuándo comencé a ir a la Dra. Melissa después del accidente, fue doloroso. Pero mucho peor era el dolor que tenía en mi cabeza después del accidente. La pequeña molestia del ajuste siempre me trae beneficios.
A veces, las personas llaman a las conmociones cerebrales una lesión cerebral «menor». Es importante entender que, aunque las conmociones cerebrales no pondrían en riesgo la vida, pueden ser serias.
(Ref.medlineplus.gov)
Todas las historias publicadas aquí son reales, aunque la imagen no es la del protagonista, es de archivo. Asimismo, se reflejan los datos personales tal y como aparecieron publicados.