Tengo conciencia de haber sufrido dolores de espalda¹ desde muy temprana edad, creo que la primera vez que fui al médico quejándome de mis dolores, apenas tenía 14 años. ¿diagnóstico?… Escoliosis.
Entre masajistas, fisioterapeutas y natación, fueron pasando los años, pero a mí de ninguna manera se me quitaban las molestias; puedo asegurar que en cierta medida me acostumbré al dolor de la escoliosis.
Hace dos años, una amiga me recomendó que fuera a un quiropráctico. Su madre que padecía de dos hernias discales, estaba muy contenta con los resultados. Yo estaba muy dubitativa en si intentarlo o “tirar la toalla”. Pensaba, total… ¿qué podía hacer la quiropráctica por mí, diferente a lo que me habían hecho hasta ahora? y además… ¡tan solo en unos minutos!
Después recapacité, porque me estaba negando sin conocerlo. Y fue así como decidí intentarlo. Hoy, puedo asegurar que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Soy otra, gracias a la quiropráctica.
Debido a los dolores de espalda que me provocaba la escoliosis, había dejado de hacer deporte, siempre me encontraba cansada y sin energía; apenas dormía, y mi humor estaba cambiando. Con la quiropráctica, todos estos signos negativos han desaparecido gracias a Dios.
La quiropráctica lo cambió todo
Ahora tengo energía y me siento más viva que nunca. He vuelto a hacer deporte y me he planteado nuevas actividades y retos. Duermo plácidamente y me levanto realmente descansada.
Actualmente sigo con el cuidado quiropráctico. En mi caso, y para evitar los dolores de espalda, considero necesario los ajustes de por vida, a modo de mantenimiento de mi columna vertebral. Descubrí el problema, reconocí y sentí su manera de presentarse pero hallé la solución. En mi mano está entonces mantener el estado óptimo.
Ese crack que descomprime mis vértebras, es un sonido que impresiona al principio, pero que luego pasa a ser maravilloso. Me hace rendir al 100% pudiendo disfrutar de cada momento a plenitud, olvidándome de esa frase que durante tantos años me acompañó y que estoy segura que no volveré a repetir: dolores de espalda.
Tatiana A.G
El artículo apareció publicado en el libro Más años en su vida, Más vida en sus años.
En algunos casos se ha variado un poco la redacción para ajustarla a los usos del español.
Todas las historias publicadas aquí son reales, aunque la imagen no es la del protagonista, es de archivo. Asimismo, se reflejan los datos personales tal y como aparecieron publicados.
Las principales causas de los dolores de espalda pueden incluir problemas de columna, neumonía o cálculos renales, y para diferenciar la causa se debe observar la característica del dolor y la región de la espalda que se ve afectada.. Ref. www.tuasaude.com