Me llamo Mercedes, y tengo una escoliosis que trataba con fisioterapia, y si bien es cierto que encontraba alivio, ese alivio no era permanente. Conocí la quiropráctica en enero del 2010 por una persona que ya recibía ajustes…
La quiropráctica se cruzó en mi vida
La señora que me habló de la existencia de la quiropráctica superaba ya los 80 años. Y estaba tan estupenda, por lo ágil, lúcida, activa y entusiasta, que no dude de sus palabras. El pensamiento de que podría encontrar algo más que un alivio de los síntomas de mi escoliosis me animo a concertar una cita. Yo estaba deprimida porque cada mañana, cuando me levantaba, me sentía una anciana. Me había mudado a una casa nueva con escaleras y era un sufrimiento subirlas.
En un mes los efectos de la escoliosis mejoran
Al inicio de los ajustes no notaba nada, pero algo me impulsaba a seguir asistiendo. Más que cambios eran sensaciones de cambio lo que experimentaba, aunque esto sinceramente no llenaba las expectativas con las que acudí. Fue después de un mes cuando empecé a sentirme mejor: las manos ya no sé me dormían tanto, el cuello había ganado movilidad, dejé de sentirme cansada y tolera el estar parada a ratos, cada vez más largos.
Era alentador si lo comparaba con el antes, ya que el estado de mi escoliosis me impedía realizar las labores en casa. Usar la fregona suponía que tenía que sentarme cada 5 minutos a descansar, para poder seguir.
Después de un año ¡soy otra!
Después de un año de cuidados quiroprácticos, me siento más erguida, deje de sentir una cadera más alta que la otra, y puedo ver las rodillas al mismo nivel. Los síntomas de la escoliosis han mejorado mucho. He vuelto a usar tacones y los tolero aunque no abuso, y al caminar me siento segura, con la pisada firme y total equilibrio. Actualmente, la zona lumbar es la que me molesta un poco cuando estoy sentada mucho tiempo en el coche, pero cede con bastante rapidez.
Yo seguiré para siempre con los ajustes, porque lo he sentido como una forma de cuidar mi cuerpo y noto que me lo agradece mucho.
Mercedes P.
El artículo apareció publicado en el libro Más Años en su Vida y Más Vida en sus Años.
En algunos casos se ha variado un poco la redacción para ajustarla a los usos del español.
Todas las historias publicadas aquí son reales, aunque la imagen no es la del protagonista, es de archivo. Asimismo, se reflejan los datos personales tal y como aparecieron publicados.
La escoliosis causa una curvatura hacia los lados de la columna vertebral o espina dorsal. Las curvas suelen tener forma de S o de C. La escoliosis es más común al final de la niñez y el inicio de la adolescencia, cuando el crecimiento es más rápido. Las niñas suelen tenerla más que los varones. Suele ser hereditaria. Los síntomas incluyen inclinación hacia un lado y tener hombros y caderas desiguales. A veces es fácil notar los síntomas, pero no siempre.
Ref. medlineplus.gov